NUEVO ENFOQUE

jueves, 26 de julio de 2007

Macarao notas para su historia


Desde los inicios de la conquista de Caracas, primero por Francisco Fajardo en 1560 y luego por el capitán Diego de Losada en 1567, es conocido el sitio de Macarao. El significado de este topónimo que le da nombre al río y al pueblo que se convirtió en parroquia de Caracas, no ha podido ser esclarecido. Oviedo y Baños que fue el primer historiador de la ciudad de Caracas, le atribuye este nombre a un Cacique de la localidad en tiempos de la conquista española. Consumada ésta en 1567 por Diego de Losada, que dio inicio al primer repartimiento de tierras, se comienza a operar un lento pero sostenido proceso de propiedad privada de la misma; pues luego que se deslindan los ejidos de Caracas por el Gobernador Diego de Osorio en 1594, tanto las llamadas composiciones y mercedes de tierras, como los repartos de encomiendas de indios, no detuvieron la apropiación de estas tierras por parte de los conquistadores y sus descendientes. López de Benavides fue uno de los primeros encomenderos en Macarao hacia 1573. Uno de los estímulos que llevó a codiciar estas tierras estuvo dado por la existencia de veneros de oro en el río Macarao, tal como parece comprobarse por el testimonio de Juan Fernández de León, compañero de Diego de Losada, quien afirmaba que había ayudado a «conquistar las minas y sacar oro del río Macarao».Sin embargo, con el fraguado de la sociedad colonial a partir del siglo XVII, Macarao será apetecible sólo por sus fértiles tierras y clima templado para la producción de frutos que se comerciaban en Caracas. Está será la razón que luego que termine el período de encomiendas en Venezuela, Macarao se convierta en un pueblo de doctrina con una feligresía que irá en paulatino aumento hasta formar propiamente un pueblo con independencia. (...)Se viene sosteniendo que el pueblo de Macarao fue erigido el 2 de Octubre de 1646 y alcanzó la categoría de parroquia eclesiástica en 1748; aunque algunos otros argumentan que aconteció en 1774 por ser la fecha de construcción de la iglesia bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario de Curucay. Existe sobre ésta una leyenda de la tradición oral recogida por el Monseñor Lizardi, según la cual un indio llamado Curucay, encontró en el sitio de las Adjuntas la talla de una virgen incrustada en un cují. Al llevar éste la imagen para hacerle una capilla en el pueblo de Las Adjuntas, tanto la talla de la virgen como los materiales de construcción, aparecían inexplicablemente en Macarao, lo que obligó a los vecinos a levantar la iglesia en el lugar de éstas apariciones. Es decir, donde está dicha iglesia desde el siglo XVIII hasta nuestros días. (...)En tiempos remotos fue una localidad muy apacible que se hizo famosa para construir casas de descanso o recreo. (...)María Antonia Bolívar, hermana mayor de El Libertador, poseía una casa de recreo. Otro personaje importante de la época de Bolívar como lo fue Alejandro de Humboldt, comentó: «Los duraznos y manzanas más solicitadas vienen de Macarao (...). Es ahí tan común el membrillo que se hacen de él y de las manzanas confituras». También por la proliferación de flores silvestres donde iban a libar las abejas, este pueblo tenía fama por la miel de sus panales a fines del siglo XIX. Otros producto importantes son el azúcar, papelón, caña, caraotas, maíz, y casabe que eran consumidos vorazmente por los caraqueños.(...)Hoy la parroquia posee una superficie de 1.930 Km. cuadrados y está constituida, aparte de su casco histórico y otras zonas importantes, por aproximadamente unos 36 barrios entre los cuales pueden mencionarse: Aguachina, El Ciprés, La Charanga, Santa Cruz, Puerta Verde, Los Manguitos y Corral de Piedra. Realizado por Guillermo Durand/ Cronista de la Ciudad.

2 comentarios:

JUAN R. SUBERO F dijo...

actualiza la pagina

GIGI dijo...

Buenas noches, tendra información sobre el por qué el sector Corral de Piedra lleva ese nombre?
Gracias.